ESTROFAS EN EL BOSQUE
Las suaves notas deslizan por los troncos desgastados por el paso de los años. Los tonos verdes que acompañan a los viejos sabios vegetales pretenden ganar terreno pero son incapaces de compararse a la grandilocuencia y elegancia de las formas de los segundos. Y yo caminando entre todo.
La noche se echó sobre el frondoso paraíso de terror y misterio. Noto los escalofríos recorrer cada pelo de mi ser y erizarse como si por ello estuvieran más protegidos. Me gusta esa sensación de temor e incertidumbre en plena naturaleza. Es como si una bestia fuera a devorarme de pura tensión.
Pero, ¿dónde encontrar un paraíso terrenal así? Me siento impotente al buscar estar experiencias en sueños y mi imaginación. Embriágame en la mayor de las intrigas e inseguridades y déjame caminar libremente entre tales motivos florales entonces salvajes por el subconsciente.
Si tan solo encontrara a alguien que me llevara a un páramo vivo así... Le daría todo. Mi cuerpo, mi alma, mis emociones. ¿Tanto valoro una experiencia, una aventura? Pues sí. No sé por qué pero estoy obsesionado con algo semejante a la imagen. La negrura extendiéndose y yo perdido.
Bueno, perdido no... Con esa persona. Ambos sintiendo la adrenalina y la locura frenética. Creo, con estas líneas, que estoy empezando a detectar vida en Marte. ¿Podría ser verdad? ¿Podría ser que una canción o unos eventos hagan surgir un brote de la tierra árida que dejó de producir?
Vuelvo a notar una especie de contradicción en mi interior. Una que me destruye y me envenena pero que me alimenta y me reconstruye. Quiero ser espectador y partícipe de nuevo de estas emociones. Déjame escuchar esas estrofas en el bosque más tenebroso de todos.
Tick, tack, heart attack
Kirby
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