23 mar 2012

26 - MAREA VERBAL

MAREA VERBAL



Sueña el joven surfista con alcanzar la más grande de las tempestades. Vibra cada vez que oye hablar de desafíos, de su amada agua salada. Tiembla de emoción cuando le anuncian que llega el momento de su vida. Es alguien hecho para el mar.

Un día decide encarar al mar en su momento más salvaje: la noche misteriosa. La luna, en lo alto, le pide ser la única espectadora, enamorada de su bravura. Él, queriendo demostrar su valía ante su platónica amante, entra en la fría agua cargado de su fiel tabla.

Las olas parecen querer ayudarle y comienzan así a agitarse. El chico, emocionado por este hecho, se prepara poco a poco. Las ondulaciones cada vez son mayores, al igual que la velocidad de las palpitaciones del adolescente.

Llega el momento del clímax. Un monstruo de cinco metros le saluda antes de intentar arremeter contra él. El salvaje domador se dirige hacia la gran gigante, aceptando su duelo. Llega el momento de la verdad, en que solo uno quedará.

A la mañana siguiente se observa un corro de curiosos en la orilla. Están mirando hacia el lugar donde muere el agua... Un joven yace boca abajo, con el cuerpo lleno de magulladuras producidas por el roce con la arena.

Todo fue una estrategia del océano, tan obsesionado con el blanco satélite que obedece a su gravedad. No permite que nadie compita en su amor por la bella perla. Nada sobrevive. Las aguas han vuelto a ganar contra el simple sentimiento del ser humano.

Vais a comerme todos el NAP

Kirby

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